CÓMO CUIDAR DE LA ROSÁCEA EN VERANO

27-Jun-2023

La rosácea es una condición cutánea crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. A menudo se manifiesta mediante episodios de enrojecimiento facial intenso, que pueden estar acompañados de pápulas, pústulas y telangiectasias (vasos sanguíneos dilatados). Si bien la rosácea puede afectar a personas de todas las edades y etnias, es más común en mujeres de mediana edad con piel clara.

En verano, cuando las temperaturas aumentan y la exposición al sol es mayor, las personas que padecen rosácea pueden experimentar desafíos adicionales para mantener su piel bajo control. Y desde Dermabia queremos compartir algunos consejos importantes para el cuidado de la rosácea durante los meses de verano.

Protección solar: ¡No te olvides del protector solar!

La protección solar es esencial para cualquier persona, pero especialmente para aquellos que padecen rosácea. El sol puede desencadenar brotes y empeorar los síntomas de la rosácea.

Utiliza un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 50. Busca formulaciones suaves y sin fragancias, y aplícalo generosamente en tu rostro y áreas expuestas antes de salir al sol. Es aconsejable añadir el uso de sombreros de ala ancha y gafas de sol para una protección adicional.

Mantén la piel fresca e hidratada

El calor del verano puede provocar enrojecimiento y ardor en la piel rosácea. Mantén la piel fresca evitando temperaturas extremadamente altas, como duchas muy calientes o baños de vapor. Opta por agua tibia en su lugar.

Además, mantén la piel bien hidratada con productos suaves y no irritantes. Busca humectantes sin fragancias, hipoalergénicos y con ingredientes calmantes como la avena o el ácido hialurónico. Recuerda aplicar el humectante después de lavar suavemente el rostro para sellar la hidratación.

Evita los desencadenantes conocidos

La rosácea puede ser desencadenada por diversos factores como el calor, el alcohol, el ejercicio intenso, los alimentos picantes y el estrés. Si conoces tus desencadenantes específicos, trata de evitarlos en la medida de lo posible. En verano, esto puede implicar limitar el tiempo al sol, reducir el consumo de bebidas alcohólicas y evitar los alimentos muy condimentados. Presta atención a tu propia experiencia y mantén un registro de los factores que parecen desencadenar tus brotes de rosácea.

Autocuidado diario

No te olvides del autocuidado. Aquí te dejamos algunas prácticas que pueden ayudar:

• Evita frotar o rascar la piel afectada, ya que esto puede empeorar la inflamación y el enrojecimiento.
• Utiliza productos de cuidado de la piel suaves y no irritantes, específicamente formulados para pieles sensibles, con cuperosis o rosácea.
• Limpia tu rostro suavemente con agua micelar y evita los productos que contengan ingredientes agresivos, como el alcohol o los perfumes.
• Considera la posibilidad de utilizar maquillaje con base mineral, que tiende a ser menos irritante para la piel sensible.
• Evita productos grasos o con aceites. Todos los cosméticos siempre oilfree.


Si tienes rosácea y encuentras difícil controlar tus síntomas durante el verano, es importante buscar la ayuda de un dermatólogo especializado. En Dermabia contamos con un equipo especializado que podrá evaluar tu caso individualmente, identificar tus desencadenantes específicos y recomendarte un plan de tratamiento personalizado.

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